14 de enero de 2018

El día que se perdió la cordura por Javier Castillo







Editorial: Suma de Letras
Nº Pág.: 456 pág.
Género: Thriller, Suspense
Primera edición: Febrero 2017










«A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe».


Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.

Con un estilo ágil lleno de referencias literarias -García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense.


Éste fue mi último libro de 2017. Uno que descubrí por casualidad, leyendo un stories en Instagram de una chica con la que tengo un gusto afín en cuanto a los libros. Dijo que no podía dejar de leer y que estuvo toda la noche levantada para terminarlo. Y cuando me cuentan algo así pues tengo que comprobarlo por mi misma. Así que heme allí, empezando esta novela la mañana del 24 de diciembre. Lo curioso de toda historia es que, si habéis echado un vistazo a la sinopsis, el libro también empieza un 24 de diciembre. ¿Coincidencia? ¿Destino? No lo sé. Yo me lo tomé como un buen presagio.

El libro empieza con un hombre caminando desnudo con una cabeza decapitada de una joven por el centro de Boston y con la policía deteniéndolo y, en vista de su nula colaboración, lo único que pueden hacer las Fuerzas del Estado es confiarlo a un examen psiquiátrico. Más adelante sabremos que se llama Jacob y que tiene una historia que contarnos. Una historia que empieza hace diecisiete años.

Pero nada es tan simple porque hay otras voces, otros narradores. De hecho, la trama se desarrolla en tres tempos. A parte de Jacob, otra de nuestras protagonistas será Amanda Maslow, una adolescente de 16 años a la que sus padres la han obligado a venir de vacaciones a Salt Lake, un retiro soñado de la burguesía, allá por el año 1996. Y sí, estamos 17 años antes de que Jacob aparezca en el centro de Boston. Paradójicamente todo en este libro está relacionado.

Y además, para complicar la trama, hay otras voces, otros tempos. El autor nos irá contando a cuentagotas los sucesos que le ocurrieron a Jacob unos días antes de aparecer desnudo y ensangrentado con una cabeza. Taambién conoceremos paralelamente los que le sucedió y sucede al aparentemente inofensivo Dr. Jenkins, personaje crucial en toda la trama. Y, por último, conoceremos a un personaje oscuro que vive en medio del bosque y ejecuta órdenes macabras y tienen mucho que ver con la historia de Jacob y Amanda.

"En algún lugar del bosque (...) una silueta encapuchada salió de una cabaña de madera con un hacha en las manos y se adentró entre los árboles.
Minutos después, se oyó un grito desgarrador."

Generalmente no suelo hacer unas sinopsis tan largas cuando reseño un libro pero creo que en este caso toda la trama se lo merecía. Así se puede comprobar lo complejo que es todo pero a la vez es muy sencillo de leer. Es de admirar, que siendo la primera novela de este autor, Javier Castillo ha conseguido hilvanar tan bien todos los hilos y os digo con toda rotundidad, que fue lo mejorcito que he leído en todo el año 2017.

A medida que se suceden los hechos iremos conociendo los personajes, de dónde vienen, a dónde van, cuál es su propósito y cuál es su lugar en la historia. Cada capítulo lleva al siguiente y siempre con ganas de saber más. En mi caso, llevaba unas semanas del llamado "bloqueo del lector" y este libro me curó en dos días. Pese a las fiestas me lo terminé en nada. Así que os lo recomiendo muchísimo.

"Todo en la vida tiene un por qué, pero sólo se conoce cuando miras hacia atrás."

No quiero explayarme demasiado sobre nada más, para no estropear las sopresas que os encontraréis por el camino. Sólo advertiros que también hay una segunda parte. Yo no lo sabía. Pero ya está a la venta, así que no os tendréis que esperar, como me pasó a mí, para continuar leyendo la historia de la familia Maslow, en la que seguro que Jacob tendrá mucho que ver. O eso espero.

Y por último, me gustaría mostrar mis felicidad por el hecho que una novela totalmente desconocida, de un autor que no tenía apoyo de nadie y que decidió autopublicarse haya podido llegar tan lejos. El fenómeno boca/oreja o boca/boca (como prefiráis) funciona y estoy muy feliz de haber descubierto este libro. Nada me produce más satisfacción que coger una novela al azar, por recomendación, sin conocer de nada al autor y acertar. Es como encontrar un tesoro. Os invito a hacerlo también. Y es que cómo no puede gustar una prosa con fragmentos así:

"En aquel momento no lo dudé ni un segundo. Tuve claro lo que tenía que hacer. Cambiaría el mundo, movería el cielo, y esperaría una eternidad para recuperar su recuedo, su sonrisa. Sobre todo para recuperar la cordura, para redimir mi culpabilidad y para entender el sentido de todos estos años."




Por Nitha

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