27 de abril de 2018

La Canción de los Maoríes por Sarah Lark

Título: La Canción de los Maoríes
Autor: Sarah Lark
Editorial: Ediciones B
Nº Pág.: 703 pág.
Género: Ficción, Romántica, Saga, Novela histórica
Primera edición: junio 2013


En La canción de los maoríes, las primas Elaine y Kura forjarán su propio destino entre las raíces inglesas y la llamada del pueblo maorí. En tiempos convulsos, vivirán los vaivenes de una tierra comparada con el paraíso a la que llegan misteriosos desconocidos decididos a quedarse.


Os habréis dado cuenta de que soy una lectora muy desordenada. Nunca leo dos libros seguidos del mismo género, mezclo novedades con novelas con fechas de publicación antiguas, no planifico mis lecturas, tampoco termino las sagas cuando toca y mil cosas más. Quiero pensar que es parte de mi encanto. Y hoy para no fallar a la costumbre vengo con un libro publicado en 2013, que seguramente todos ya habréis leído y (algunos) reseñado.

La Canción de los Maoríes es la segunda parte de la Saga del País de la Nube Blanca de Sarah Lark, obras con las cuales cosechó innumerables éxitos por todo el mundo. Al igual que el primer volumen de la trilogía (En el País de la Nuve Blanca), que en su día reseñé en este blog, esta novela se centra en dos mujeres, Elaine y Kura. Ambas son descendientes de Gwyneira y Helen, viejas conocidas de la primera novela. Conoceremos a nuestras muchachas en su época adolescente, con dieciséis y diecisiete años. Pudiera parecer que deberían ser dos mujeres cortadas por el mismo patrón pero no pueden ser más diferentes.

"Que Kura Warden tocara el órgano en Haldon era todo un acontecimiento (...). Varios hombres sucumbieron a distintos estadios de veneración en cuanto descubrieron el rostro y la figura de Kura, mientras las mujeres fueron vencidas por la emoción cuando la oyeron cantar."

Kura, hija de un pakeha (occidental) y una maorí, es una chica cuya belleza trastorna a todos los que la ven. Vive en una granja de ovejas pero sus intereses se centran en el arte, sobretodo la música y el canto. Su mayor sueño es ser cantante de ópera e ir a Europa a un conservatorio. Elaine, por su parte, es una muchacha bonita, vivaz, un poco deslenguada, que ayuda a sus padres y a su abuela en sus negocios. Le encantaría tener una granja de ovejas y emular a su abuela Gwyneira, aunque sus padres no poseen tierras para ello. Pero ambas tienen algo en común. Son chicas jóvenes que ansían experiencias y como no quiere la cosa se enamoran en cosa de varios minutos.

Así es cómo comienza esta novela. Kura acaba casándose con William, un irlandés recién llegado, que le promete su ansiada carrera artística aunque secretamente alberga otros fines. Elaine también se desposa con Thomas, hijo de John Sideblossom, otro de los personajes de la primera novela que se distingue especialmente por su brutalidad. Y, además, ambas primas se enemistan y no se pueden ni soportarse por una traición de Kura hacia Elaine.

"(Elaine) era una muchacha pelirroja (...). Era una joven extraordinariamente bonita y delicada, (...). Había recogido su largo y rizado cabello en una trenza que le colgaba hasta la mitad de la espalda, pero sus rizos se rebelaban. Un par de mechones ya se habían soltado y revoloteaban alrededor de su fino rostro."

A partir de este cuadro inicial viviremos las peripecias de ambas protagonistas, intercaladas en los distintos capítulos. Las novelas de Sarah Lark se caracterizan por ser escritas con un lenguaje sencillo, llano y directo. No tienen una acción trepidante puesto que su función principal es narrar un periodo de la vida de las chicas, su paso de niñas a mujer. A mi me da sosiego y calidez su prosa. Son novelas sin complejos giros pero siempre tienen sorpresas que dejan a uno perplejo. Y La Canción de los Maoríes no es una excepción, puesto que el desenlace si bien no es inesperado en el qué pero sí en el cómo. Ya lo escribí en su día, cuando reseñé la primera parte, me da ciertos recuerdos a los libros de Jane Austen: son historias sobre mujeres, mujeres que aman y sufren pero que siempre se saben sobreponer. Está claro que el contexto es totalmente distinto y la escritura también pero el fondo es ese mismo.

Al igual que me sucedió con En el País de la Nube Blanca, me costó arrancar al inicio. Al ser libros bastante largos los inicios no son tan absorbentes. Tampoco el género landscape ayuda, ya que muchas ocasiones uno se pierde en algunas descripciones. Pero una vez se conoce a las protagonistas y sus historias ya no hay quien pare a una. También ayuda todo lo que nos cuenta la autora sobre los maoríes y la cría de ovejas, aunque en esta novela lo hace menos que en el primera, y la minería, otro de los motores económicos del país en sus inicios.

Ahora que están llegando las fechas estivales, os recomiendo las novelas de Sarah Lark para vuestras vacaciones. Son perfectas para disfrutarlas en una tumbona con el sol calentando la coronilla, leyendo relajádamente las aventuras de las chicas.


Esta lectura se engloba en el reto de Novela Landscape y Exótica:


Por Nitha

26 de abril de 2018

El viento en la cara por Saphia Azzeddine

Título: El viento en la cara
Autor: Saphia Azzeddine
Editorial: Grijalbo Narrativa
Nº Pág.: 256 pág.
Género: Novela Contemporánea, Ficción
Primera edición: septiembre 2017


Bilqiss, una joven viuda musulmana, se enfrenta a un juicio por haberse atrevido a ocupar el lugar del muecín a la hora del rezo. Sabe que, más allá de ese crimen, la acusación real es simplemente la de ser mujer y no querer someterse a unas reglas que los fundamentalistas aplican en el nombre de Alá.
Pero Bilqiss no está sola. Hasta el país se ha desplazado una periodista norteamericana, sensibilizada por la noticia, que hará cuanto esté en su mano para difundir su causa por todo el mundo. Y el propio juez del caso, alguien que conoce bien a la acusada, se debate entre la obediencia ciega a la ley y la admiración por una moderna Scherezade capaz de seducirlo con su discurso rebelde.
Los relatos de estos tres personajes irán tejiendo un retrato fiel y conmovedor del proceso contra una heroína dispuesta a luchar hasta el final por su vida y su libertad. Alguien que alza la voz porque es consciente de que su absolución sería algo más que una victoria personal. Para ella y para muchas mujeres de su país significaría una llama de esperanza en estos tiempos oscuros.


Todos tenemos géneros literarios que nos gustan más o menos, épocas históricas que nos interesan o no. En mi caso, tengo una dificultad especial para leer novela histórica medieval o contemporánea bélica. Pero me obligo a hacerlo porque sé que no es cuestión de que no me guste la historia en sí sino que suelen tratar de personas que se ven inmersas en injusticias fuera de lo ordinario y me da tanto coraje que sufro mucho. El viento en la cara es una de esas historias o al menos es lo que pensé al leer la sinopsis. Un caso demasiado ordinario por lo cruel que es, el de una mujer musulmana que, según su credo, incumple una regla, comete un pecado imperdonable y es condenada a la lapidación.

Antes de seguir, quiero dejar constancia que escribo desde la ignorancia sobre la religión musulmana y desde un punto de vista de una mujer occidental, educada en la religión cristiana ortodoxa y católica. Ciertamente mi forma de ver las cosas es completamente parcial y condicionado por mis circunstancias.

Dicho lo anterior, este libro nos presenta a Bilqiss, una mujer particular, avanzada para su momento y nacida en el punto geográfico equivocado. En ningún momento se concreta en qué país nos encontramos, quizás porque es una situación tristemente extrapolable a muchos. Afganistán, quizás, Irak... No importa el Dónde sino el Qué. La historia se repite: de niña es vendida a un hombre para casarse muy joven. Luego es condenada a sufrir malos tratos por su marido y a servirle sin recibir ni una migaja por parte de nadie. Es un mero mueble en su hogar, pero uno que se mueve, hace tareas domésticas y recibe los golpes y violaciones del señor de la casa.

Pero Bilquiss enviuda y se convierte en una mujer en cierto sentido libre. Pero de puertas para adentro, sin armar escándalo, sin mostrarlo en público porque con ello se arriesga a ser una pecadora. Todos de su pueblo se dan cuenta de que les incomoda, especialmente a los hombres. No gozan imaginar a una mujer como ella, rebelde en su mente, no osan imaginar cómo domar a esa fiera y precisamente por ello les da miedo. Pero nunca lo reconocerían porque eso supondría reconocer una debilidad. 

"Y a su pregunta de si quería un abogado, esta fue mi respuesta:
-No, señor juez, se lo agradezco, pero prescindiré de la defensa. No he hecho nada malo, y por lo tanto, no tengo que defenderme, solo contestarle, y eso porque estoy obligada a hacerlo."

Bilqiss, sin embargo, ha tenido alguna que otra suerte en la vida. Pudo ir a la escuela unos años y conocer y ver un mundo más allá de ser esposa, madre, cocinera... Ahí conoció a Nafisa, la difunta mujer del Juez que ahora deberá juzgarla. Ella era su profesora, la que le mostró sus posibilidades, y Bilqiss, tal que alumna aplicada, siempre cumplió con sus expectativas. No aprendía, sino absorbía.

En cualquier caso, todo esto desemboca en el juicio de Bilqiss. Su delito: ocupar el lugar del muecín. ¿Por qué lo hizo? Lo hizo sin más. Porque las circunstancias nos empujan a hacer cosas sin un razonamiento previo. El juicio se preveía rápido. De antemano de decidió el veredicto de la lapidación. Pero nadie pudo predecir que el propio Juez quedase hipnotizado por las ideas, la resistencia y persistencia de Bilqiss. Así, día tras día, se exponen los delitos que ha cometido y conoceremos sus respuestas mordaces. Ciertamente, creo que la contraportada se equivoca en una cosa: es cierto que Bilquiss lucha por su libertad (de decir, de hablar, de leer, de aprender, de creer, de vivir, en definitiva) pero no me ha parecido que luche por su vida, en sentido físico. Me dio la impresión de que se resigna a la pena que se le impondrá y sólo quiere irse haciendo el mayor ruido que puede, que es lo único que le queda.

"Esa chica da más miedo que la guerra. Tratar con ella no es algo intrascendente, trabar una amistad con ella no tiene nada de anodino. Es tan absorbente y molesta como afectuosa y tranquilizadora. Nadie puede domesticarla, es una solitaria, una salvaje con modales. Los cobardes huyen de ella o la denigran, pero el tiempo habla en su favor, no le es indispensable vengarse personalmente, el vacío abismal que deja en ti cuando se retira es suficiente."

En cualquier caso, esta novela no es solo Bilqiss. También conoceremos al Juez, un hombre atormentado por la religión y lo que sus deseos y su racionalidad le marcan como correcto. Una dicotomía en la que uno no tiene elección por vivir en el país que vive. También Leandra es una persona clave. Periodista occidental, buscadora de una buena historia que marque la diferencia, aparece en el juicio de Bilqiss con la idea que es aún posible salvar a nuestra protagonista. Reconozco que he disfrutado muchísimo de las entrevistas entre Leandra y Bilqiss porque son un juego de tenis de ideas muy real. Yo también he querido reprocharle las cosas que le dice la periodista a la mujer musulmana y viceversa.

Creo que este libro está escrito desde la honestidad. Es una crítica magnífica y a la vez racional de aquello que se nos presenta. Y lo más extraordinario es que está escrito por una persona con origen y conocimiento de la fe musulmana, en un lenguaje sencillo, llano y directo. Eso me hecho pensar mucho y os recomiendo esta lectura sólo por eso.


Esta lectura se engloba en el reto de Novela Exótica:


Por Nitha

24 de abril de 2018

La mujer de un solo hombre por A.S.A. Harrison


Título: La mujer de un solo hombre
Autor: A.S.A. Harrison
Editorial: Black Salamandra
Nº Pág.: 317 pág.
Género: Thriller, Novela Negra
Primera edición: noviembre 2014


Si la pareja ideal existiese, Jodi y Todd serían un modelo del género. Tras más de veinte años juntos, viven en Chicago en un amplio apartamento situado en la planta 27, con unas vistas espectaculares al lago Michigan. Todd posee una pequeña empresa constructora y Jodi, psicoterapeuta, puede permitirse trabajar unas pocas horas al día recibiendo a sus pacientes en casa. El resto del tiempo se dedica a sus clases de Pilates, a cocinar platos exquisitos y a pasear a Freud, su adorado golden retriever. Sin embargo, la idílica relación entre Jodi y Todd parece tener algún punto vulnerable. Aunque ninguno de los dos sea consciente de ello, ciertos hechos amenazan con estropear su apacible existencia. Y cuando por fin Jodi reconoce que su vida se está yendo a pique, la sensación de haberlo perdido todo se apodera de ella y un abismo de sombrías posibilidades se abre ante sus ojos.


Ciertamente esta novela fue escogida porque el título me perturbó. Para mi, no tenía nada que ver con la idea de monogamia sino que me pareció siniestro, como presagiando algo maligno, demente. Me evocó la idea de una mujer obsesionada o de un hombre posesivo. En aquél momento pensé que la perturbada era yo por tener esas ideas tan psicóticas sólo de leer un título. Pero tampoco iba tan desencaminada.

En este caso conocemos a Jodi y Todd, una pareja que lleva más de veinte años juntos (léase pareja, no matrimonio). Ambos dicen que se quieren, pero el amor se ha convertido en costumbre, en esos hábitos agradables de estar uno con el otro, de conocer las costumbres ajenas, de cuidarse sin preocuparse, de una rutina agradable y previsible. Ambos construyen esa vida que en apariencia es perfecta, sin sobresaltos, sin alteraciones. Un camino llano sin escollos. No se casaron porque Jodi no le vio la necesidad, no tienen hijos porque Jodi no ha querido y, aunque Todd sí ha deseado ambas cosas al final se conforma con su existencia cómoda y rutinaria.

"...se da cuenta de que eso es algo típico de su vida con Jodi: el fingimiento persistente, los abismos de silencio, el seguir adelante ciegamente. (...) Ofrece una fachada, haz como si no pasara nada, no digas ni una palabra. Compórtate como si todo marchara bien, y todo marchará bien."

Pero nada es lo que parece. Todd, "un hombre hecho a si mismo", empresario en el sector de la construcción es un infiel patológico. No sabe vivir sin otras mujeres, mujeres sin importancia, carne contra carne, aventura sin un futuro. Jodi, psicoterapeuta a tiempo parcial, ejerce su profesión desde la comodidad de su casa y se dedica a cuidar de su pareja. Cocina, hace recados, le proporciona una vida cómoda a él y ella misma. Sabe de las actividades extramatrimoniales de Todd pero considera que es una pérdida de energía preocuparse por algo tan nimio e intrascendente. Al fin y al cabo Todd siempre vuelve a casa con ella. Es perfectamente consciente de las luces y sombras de él.

"-Eso del hombre tranquilo y formal podría ser un mito -dice Jodi-. Biológicamente, los hombres son depredadores.
-A ver, explícamelo -pide Alison.
-A las mujeres nos gusta creer que nuestro hombre es más bueno de lo que es en realidad. Lo justificamos. No vemos el cuadro completo, sin fragmentos, y por eso nunca nos parece tan malo como en realidad es."

La novela se desarrolla alternando las voces de Él y de Ella, aunque el narrador es una tercera persona que pone las distancias con cada uno de los protagonistas. Ciertamente creo que la calificación de novela negra es un poco azarosa para La mujer de un solo hombre. En mi opinión, aunque se traten cuestiones de crímenes y demás, es más bien un thriller psicológico, con una prosa muy buena y fluida. Los capítulos se suceden uno tras otro. No es suficiente saber de Jodi, también tenemos que leer sobre Todd. Dos personajes principales y apenas tres secundarios. Pero en ningún momento he querido más. Meterme en la mente de Jodi y Todd ha sido suficiente.

Me está siendo muy difícil hacer esta reseña sin desvelar demasiado y eso me da la impresión de que no acabo de explicar lo mucho que me ha gustado esta novela. Eso principalmente se debe a lo bien construidas que están las personalidades de sus dos protagonistas. Jodi es tan pragmática, tan recta, racional. El adjetivo que me viene a la cabeza es que es una persona "limpia" tanto en lo que se refiere a la higiene como a su vida. Todo tiene un sitio, un orden, una forma. Eso muchas veces esconde ciertos cuartos secretos en nuestra propia mente y Jodi no es la excepción. Es muy satisfactorio ir descubriendo esas facetas suyas.

 "(Jodi) Raramente pierde la serenidad; es una mujer capaz de superar cualquier situación. E incluso después de tantos años, él tiene la impresión de que apenas la conoce, de que en realidad no sabe qué hay bajo la superficie."

Y Todd. Reconozco que empecé la novela aborreciéndolo, pensando en cómo una mujer así puede acabar con un hombre como él. Pero él es la antítesis de Jodi. Mente de adolescente que se ha quedado en la pubertad, tanto psicológica como sexualmente. Siempre achaca a los demás sus propias acciones. No se trata de un "yo he hecho", sino de "tal cosa me ha empujado a ello". Y así es como Todd acaba con Natasha, hija de su mejor amigo, a la que le dobla en edad pero no en madurez. Ella hace y deshace lo que quiere y él se doblega. Todd, en su continua esperanza de cambio, alarga la situación hasta que se ve con el lodo por el cuello.

"Jodi es refinada, una virtuosa que lo trabaja ingeniosamente, mientras que Natasha se enchufa directamente a su cerebro primitivo. Jodi es arriba y Natasha es abajo. Jodi es un suave impulso y Natasha, una caída desde el décimo piso."

Es muy interesante esta faceta del ser humano que nos presenta Susan Harrison. Como somos capaces de culebrear por la vida para conseguir un fin, un propósito que se nos escapa entre los dedos. Las apariencias engañan. Realmente me ha gustado esta novela y os invito a descubrir los secretos de Jodi y Todd.



Por Nitha

23 de abril de 2018

La Canción de Mbama por Javier Reverte


Título: La Canción de Mbama. Una historia africana
Autor: Javier Reverte
Editorial: Penguin Random House
Nº Pág.: 203 pág.
Género: Histórico, Ficción
Fecha de publicación original: 2007
Primera edición: 2017








Cuando Guinea Ecuatorial era todavía colonia española, Luis Urzaiz, un joven médico navarro lleno de ilusiones, desembarcaba en África dispuesto a cumplir el sueño de dedicar su vida a los más necesitados y formar una familia. 
La luz de África, sus paisajes y la sensualidad de sus gentes transforman su carácter de un modo definitivo, así como la violencia que estalla de manera intermitente y feroz en este lugar donde reinan la malaria, las serpientes, los cocodrilos y la magia negra. 
Cuarenta años después de su llegada, el hombre maduro que ha librado infinidad de batallas y ha perdido casi todas se aferra, en compañía de su dulce amante africana, a la última esperanza posible: que los esfuerzos y las penurias sufridas en todos estos años para levantar y sostener el mejor hospital de la región sean reconocidos con el Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, los fantasmas del pueblo acechan, y no le abandonan fácilmente: Teodosio Mbama, un viejo y cruel enemigo, ha regresado a Cogo sediento de venganza.


Hace tiempo que no publico ninguna reseña y es un símptoma de los cambios que estoy teniendo en casa. Ya lo dicen que los disgustos vienen de tres en tres, así que disculpad este silencio involuntario. Pero hoy, siendo el Día del Libro, me parece que ya no puedo faltar más. Un poco en esta misma línea está nuestro protagonista de hoy. Supongo que mis circunstancias influyen en mi opinión acerca de la lectura pero me ha dado impresión de que es hombre bastante triste y ciertamente amargado. ¿Pero quién no lo es hoy en día?

Empecemos por el principio. Empecemos por el autor, Javier Reverte. No he leído muchos libros suyos y los que han caído en mis manos han sido de forma desordenada sin un hilo conductor claro. Pero hay que señalar que es un autor que empezó como periodista y ha escrito muchas novelas ambientadas en el continente africano. Y eso se nota mucho en La Canción de Mbama, ambientada en Guinea Ecuatorial. Juro y prometo que pese a que el libro es bastante corto, poco más de 200 páginas, este autor ha conseguido transportarme a esas ciudades, poblados y esos paisajes, algunos áridos, otros húmedos. Y eso por mi parte lo valoro mucho. Pocas veces realmente me veo en otro lugar, normalmente acabo por imaginármelo a mi manera, pero en este caso ha sido absorbente y muy gráfico el vocabulario utilizado.

"La tierra era roja. A veces, sorteaba ríos de corriente majestuosa y aguas claras. Las enormes ceibas y los cimbreantes cocoteros cerraban un paisaje sobre el que reinaba un cielo de brioso azul surcado por nubes veloces."

En este caso, nuestro protagonista es Luiz Urzais, un joven médico navarro, de buena familia y con un porvenir brillante que por circunstancias de la vida acaba en Guinea Ecuatorial. Su sueño es dedicarse a los más necesitados, cambiar la vida de las personas en un lugar en que cualquier ayuda es poca. Él con su joven esposa se instalan en el país con unas expectativas que se verán truncadas porque nunca más volverán a ser los mismos.

En esta novela Javier Reverte nos acerca a la inestabilidad política de ese país sufrida en una época muy concreta, pero es fácilmente explayable a otros lugares del continente africano. Muchos de sus países se caracterizan por continuas luchas de poder, hombres que se hacen llamar presidentes y hacen de todo para perpetuarse en el poder o llegar a él. Ese es el caso de Teodosio Mbama, un jefe militar (policía), autoproclamado jefe de la provincia. Pero algo truncó el poder de Mbama y sus huesos acabaron en la cárcel. Y en algo de eso tuvo que ver Luis Urzais.

"Era un extranjero. Y una voz interior le pedía que regresara a su patria."

Así empieza nuestra novela, con un protagonista temeroso de un enemigo cruel, sanguinario y vengativo. Viviremos esa angustia con él. Porque Congo nunca ha sido un lugar seguro y menos con Mbama acechando en cada esquina. Pero tampoco Luis está libre de pecado. ¿Cómo puede uno mantenerse fiel a su moral en el lugar en el que nadie lo hace? ¿Cómo seguir adelante sólo frente a la multitud? Desde luego Javier Reverte muestra una parte de la condición humana que muchas veces pasa desapercibida. Todos somos nuestros propios protagonistas y antagonistas a la vez, siempre hay luz y oscuridad en uno mismo. Para mi es algo difícil de conciliar y aún no sé si me "cae bien" Luis o no.

Por último, no me gustaría acabar esta reseña sin destacar el papel de la mujer en toda la narración. Es cierto que no juegan un papel principal pero están siempre ahí. Y en este caso puedo decir que el autor ha incluido diferentes perfiles de mujeres. Desde la africana que lucha por lo que quiere y tiene, a la blanca que huye y, a la mestiza que duda. Son ciertamente interesantes estas personas tan dispares. 

"Luis Urzais pensaba que Melita hacía el amor con el orgullo de una blanca, mientras que le quería con la sumisión de una negra."

Os recomiendo esta lectura si os gusta leer sobre paisajes exóticos e historias fuera de lo común, protagonistas que son buenos y malos a la vez y si sois capaces de entender sin juzgar.



Esta lectura se engloba en el reto de Novela Exótica:



Por Nitha

6 de abril de 2018

Abril, mes de la novela exótica y landscape

Un mes más, Laky del blog Libros que hay que leer organiza un mes temático. Y esta vez pienso triunfar ya que creo que tengo dos lecturas a medias que podrían encuadrarse en estos géneros.

A título personal tengo que decir que estoy contenta que haya terminado marzo. Lo cierto que a nivel particular han sido unos días difíciles y con mucho gusto empezaré una nueva época más agradable. Y este mes temático me viene perfecto. Qué mejor forma de desconectar que viajando a lugares maravillosos de la mano de autores varios.



Se trata de leer y reseñar una o varias novelas del género landscape, un género bastante reciente pero que ha entrado con fuerza en el mundo literario. Y la otra opción es una o varias novelas situada en lugares exóticos, como Oriente o Asia o 1000 otras opciones. Aquí os dejo el enlace en el que Laky nos cuenta el reto y pone varios ejemplos.

En esta misma entrada iré dejando los enlaces a las reseñas que vaya incluyendo en el blog:

La Canción de Mbama por Javier Reverte (reseña)
El viento en la cara por Saphia Azzeddine (reseña)
La Canción de los Maoríes por Sarah Lark (reseña)